Temas: Acto castrense

El Rey Felipe VI viajó ayer a La Virgen del Camino para entregar los Reales Despachos de Sargento a los integrantes de la XXIV promoción de la Academia Básica del Aire, durante una ceremonia militar con mucho arraigo en León en la que estuvieron presentes también las máximas autoridades civiles y militares y una amplia representación institucional y social, entre la que también estuvo representado el CEL.

El monarca español alentó a los 185 nuevos sargentos que acceden a la escala de suboficiales a que «apliquéis en el futuro todos los valores que habéis aprendido durante la formación, y por los que vivís». También deseó a los nuevos suboficiales con materias pendientes que durante el periodo estival saquen adelante sus estudios, y ha tenido un recuerdo para todos los militares que están lejos de sus casas en las diversas misiones en las que España participa en el exterior.

La que ha recibido este miércoles sus despachos de suboficiales es la tercera promoción que se forma bajo el nuevo modelo de enseñanza, que permite a los nuevos sargentos convalidar su formación militar con un título oficial de Formación Profesional (FP).

Además del Rey, asistieron a este acto castrense el ministro de Defensa, Pedro Morenés; el presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera; la presidenta de la Cortes de Castilla y León, Silvia Clemente; la delegada del Gobierno, María José Salgueiro, y el general jefe del Estado mayor del Ejército del Aire, Francisco Javier García Arnaiz, entre otras autoridades.

Tras el acto religioso, el Rey hizo entrega del despacho al número uno de la XXIV Promoción, Luis Alberto Puigdomenech Novoa, y el resto de los sargentos de la promoción recibieron sus despachos y se despidieron de la Bandera.

Como es tradicional, el coronel director de la Academia Básica del Aire, Juan Ángel Treceño, impartió la última lección magistral del curso en la que destacó que «hoy se puede hablar de la historia del éxito de cada uno de los integrantes de la promoción, ya que pueden estar seguros de que han cumplido con su deber». «El trabajo va a llenar parte de vuestra vida, y la única forma de estar realmente satisfecho es hacer lo que consideréis un trabajo genial». Y la única forma de tener un trabajo genial es amar lo que hagáis», apostilló.

Con el lance de las gorras al cielo leonés, el homenaje a los caídos, el desfile aéreo y terrestre que dio paso a la recepción, los brindis y el aperitivo que pusieron el punto final a este acto en el que el rey Felipe VI charló y se fotografió con los cientos de invitados, entre ellos, el secretario del CEL, Carlos Cueto, y el vocal de la directiva, Jorge Díez.