¿Estamos o no en la senda de la recuperación?

Título documento: ¿Estamos o no en la senda de la recuperación?

Temas: Economia

Con los datos cerrados del tercer trimestre, España abandona la senda de la recesión para  contabilizar, eso sí, pírricamente, un crecimiento trimestral de una décima. Para unos nada, para otros, el principio de una nueva era que parecía inalcanzable, el crecimiento. Pero el crecimiento, si se produce, tendrá que esperar, quizá en el 2014. Y ahora empiezan a repiquetear los cantos sobre si estamos o no en la senda de la recuperación o son más brotes verdes.

Todo parece apuntar que no es una repetición de los brotes verdes del 2009, principalmente porque más abajo difícilmente se puede llegar (nunca hay límites en política), pero aparte de esta empírica justificación, hay razones para apuntar esa mejoría. En primer lugar, el sector exterior continúa tirando de la economía, bien es cierto que a menor ritmo, 4,7% en el tercer trimestre, pero es que venía de un 9% en el segundo. Seguramente el parón que se está produciendo en Europa tenga mucho que ver con esta situación. La demanda interna (privada y pública) experimenta un ligero recorte en su caída, motivado por la mejoría en el sector público que incluso aumenta, dejando atrás los planes de austeridad del 2012. Así, mientras el consumo de los hogares sigue cayendo (-2,2%), el del sector público entra en crecimiento, un 0,3%. Por lo tanto, se hace difícil hablar de recuperación cuando el consumo de las familias cae de nuevo un trimestre más.

Algo similar ocurre con la inversión, la construcción mantiene una caída continuada aunque con menores tasas que en el 2011 o 2012, en este último trimestre del 6,2%. La Industria ha ido apagando su empuje desde el 2011 para pasar a crecimientos negativos del 1% y los servicios mantienen una tendencia de crecimiento del 0,5%.

El sector más volátil es la agricultura, que representa un 2% del PIB y cae un 2,1% en el último trimestre.

En conclusión, las tendencias indican que poco a poco se está revertiendo el signo de la economía, en un proceso largo y sufrido, que está provocando una clara fractura social en forma de desempleo y de desigualdades sociales. Desde luego no se puede hablar de fin de una crisis hasta que las condiciones socioeconómicas no se mantengan. Se constata pues un importante esfuerzo en el sector público para, ahora sí, activar la economía y presentar unos datos que ofrezcan confianza fuera y dentro de nuestro país. Aunque considero que más fuera porque, dentro, la microeconomía se empeña, tozuda, en hacernos ver que la situación no mejora.

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