Saboreando los Vinos de Peique en Casa Mando

Temas: Agroalimentación, Bierzo, Gastronomía, Mujeres empresarias, Vinos

En un ambiente cálido y acogedor, en un marco extraordinario como es Casa Mando, con la generosa participación de los hermanos Mar y Jorge Peique y con la presencia de una veintena de profesionales, el solsticio de verano no pudo entrar con mejor sabor de boca durante la cata urbana ofrecida por Bodegas Peique a las mujeres empresarias del CEL.

Un mundo de aromas, sabores, sensaciones y pasión por el vino y las raíces familiares fue el que transmitieron los artífices de Bodegas y Viñedos Peique, bodega nacida en Valtuille de Abajo (Bierzo) en 1999, año coincidente con el nacimiento del CEL. Desde El Bierzo a León narraron en primera persona el proceso de elaboración de sus vinos, los cuidados que dedican a sus viñas, el amor por la tierra de sus padres y abuelos, su manera de «hacer vinos para beber y no tanto para catar».

Un viaje por su trayectoria como viticultores y un recorrido enológico a través de sus siete caldos de referencia, entre blancos, rosados y tintos de las variedades mencía y godello que lograron un maridaje perfecto con los exquisitos bocados de Casa Mando: cecina de León, croquetas caseras, zamburiñas a la gallega, espárragos verdes en tempura, queso semicurado y trufas de chocolate blanco y negro.

 «Empezamos desde menos uno, sin bodega, sólo con el viñedo de nuestro padre y abuelo,  sacando una primera añada de 9.000 botellas y hoy, 17 años después, tenemos una producción de 220.000 botellas y vendemos a casi todo el mundo», explica Mar Peique. Su hermano Jorge, enólogo y con una trayectoria de 24 años en la D.O. Ribera de Duero, es un gran defensor del viñedo viejo, de las variedades autóctonas del Bierzo, la uva mencía y godello, de lograr unos vinos elegantes, frescos, de trago fácil, suaves y delicados. ¡Y vaya si lo consiguen!. «Cuando tienes un vino delante tienes que darle una segunda oportunidad», cuenta, defendiendo su manera de elaboración, casi ecológica, ya que no abusan de los tratamientos en la viña y utilizan dosis mínimas de sulfuroso en los caldos.

Con especial querencia por sus viñedos viejos de 70 y 90 años, los hermanos Peique homenajean también a su abuelo materno con su «Ramón Valle», a su padre con «Luis Peique», y a la tradición familiar con su vino «Selección Familiar», su ojito derecho y compendio de todo el saber y el sabor de los vinos hechos con pasión.

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